sábado, 9 de octubre de 2010

PROCEDIMIENTOS PARA ELABORAR UNA UNIDAD DE APRENDIZAJE


1. PRESENTAR LA JUSTIFICACIÓN DE LA UNIDAD.- Debe responder al ¿por qué? y ¿para qué? de la unidad didáctica. Pueden figurar aspectos como el motivo de su elección, su finalidad y relación con otras unidades didácticas; incluye los conocimientos que necesita el estudiante para abordarla, las ideas previas más comunes o las opciones didácticas que se asumen en su desarrollo. Se justifica las preguntas: ¿Por qué enseñar esta unidad de aprendizaje? ¿Qué aprendizajes lograrán los estudiantes al término de la unidad? y ¿Para qué enseñar esta unidad?.

2. CONSIDERAR LOS TEMAS TRANSVERSALES Y VALORES.- En el PEI y el PCIE se priorizan los temas transversales propuestos en los dos niveles anteriores (nacional y regional) y se incorporan algunos temas que surgen de la realidad en que se inserta la Institución Educativa.

En las unidades didácticas, los temas transversales se trabajan en las diferentes áreas del currículo, de modo que se concretizan en los procesos pedagógicos.

Se selecciona de los valores Institucionales contenidos en el PEI y se operativizan a través de actitudes y comportamientos observables que deben ser abordados y evaluados en las sesiones de aprendizaje.

3. ORGANIZAR Y SECUENCIAR LAS CAPACIDADES Y CONOCIMIENTOS.- Son logros de aprendizaje que se espera alcancen los estudiantes al término de la unidad didáctica.

EJEMPLOS (área matemática):

Aplica números múltiplos y divisores.

Transforma fracciones en decimales y viceversa.

Gráfica el desarrollo de diversos cuerpos geométricos.


CONOCIMIENTOS.- Presentan los datos, teorías, leyes, hechos, etc., provenientes de las disciplinas involucradas en el área curricular que se constituyen en el medio para el desarrollo de las capacidades.Los conocimientos que se seleccionen para ser trabajados en cada unidad deben contribuir a responder de manera adecuada a las diferencias individuales entre los estudiantes. Así, junto a los conocimientos básicos, pueden incorporarse otros insuficientemente trabajados por algunos estudiantes e, igualmente, pueden incluirse conocimientos que se consideren de profundización o de ampliación.

Es conveniente organizar y distribuir los conocimientos de forma que se interrelacionen con los organizadores del área, además, giren alrededor de temas o proyectos cercanos a los estudiantes, dado que contribuyen a comprender mejor las situaciones reales que encara el estudiante.

A partir de los conocimientos establecidos en el Diseño Curricular Nacional, con los conocimientos agrupados en grandes bloques, la primera tarea nos lleva a seleccionar aquellos bloques de los que vamos a extraer información sobre los conocimientos que vamos a trabajar en la Unidad Didáctica. Normalmente son varios los bloques relacionados con una unidad didáctica, aunque es poco probable que en la misma unidad aparezcan contenidos de todos los bloques del área.

Normalmente el criterio de interrelación de conocimientos y de procedencia de distintos bloques proporciona una buena estrategia para seleccionar todos aquellos conocimientos que sean relevantes para la unidad didáctica.

Tendremos presente la secuenciación de conocimientos elaborada en el proyecto curricular de la institución y, en todo caso, trataremos de poner en relación los conocimientos de las diferentes unidades didácticas para que a lo largo de toda el área curricular hayamos trabajado todos los conocimientos necesarios.

4. SELECCIONAR LAS ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE QUE PERMITIRÁN DESARROLLAR LAS CAPACIDADES.- Las actividades de aprendizaje son situaciones o acciones pedagógicas que vivencian los estudiantes para el logro de los aprendizajes esperados.

El docente debe diseñar actividades coherentes con las capacidades y conocimientos de la unidad, identificar las actividades que realizarán tanto el docente y los estudiantes, además, tomará en cuenta actividades acordes con los procesos pedagógicos (motivación, diagnóstico, síntesis, refuerzo...).

Tomará en cuenta la organización para los aprendizajes, esto quiere decir que, hará una previsión de los agrupamientos y de la dinámica del grupo. Determinará lo que van a hacer los estudiantes, individualmente o en grupo, fijará el papel del docente en cada momento. En estos casos corresponderá también al docente emplear estrategias pertinentes para promover aprendizajes autónomos o cooperativos.

Al elaborar las actividades conviene considerar lo siguiente:

  • Ofrecer experiencias de contextos relevantes e interesantes.
  • Promover procesos cognitivos en el estudiante.
  • Proponer actividades con diferentes grados de dificultad ajustados y progresivos.
  • Estimular la participación solidaria y no la discriminación.
  • Integrar contenidos de distinto tipo.
  • Admitir diferentes niveles de respuesta y tipos de expresión diversos que propicien la participación de todos.

Sea cual fuere la selección de actividades es importante que todas ellas estén organizadas de acuerdo con una secuencia de aprendizaje en la que se den relaciones claras y pertinentes.

RECURSOS.- Los recursos pueden ser de distinta naturaleza: bibliográficos (bien para el profesorado o para el estudiante), audiovisuales, informáticos, visitas de diferentes personas al aula, salidas de la institución, etc.

En la selección de recursos es necesario tener en cuenta la gran diversidad de intereses y capacidades que siempre existen en el aula, de tal forma, que se puedan utilizar materiales diferentes en función a motivaciones, intereses o capacidades de los estudiantes. Así, un aula con recursos múltiples permite, por ejemplo, tener alumnos trabajando textos de distinta complejidad o funcionalidad; ofrecer materiales variados (manipulables o no) para aprender un procedimiento; recurrir a la imagen como apoyo al texto... En definitiva, acomodar los recursos y el desarrollo de la Unidad a las características del estudiante.

Es importante organizar los recursos materiales de forma que se favorezca su utilización por parte del estudiante de la manera más autónoma posible. Una buena selección y distribución de los materiales es fundamental para atender a la diversidad.

ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO Y DEL TIEMPO.-

Las consideraciones sobre la organización espacio-temporal las decide cada equipo educativo en su Proyecto Curricular Institucional. Por tanto, son éstas las referencias que habría que tener en cuenta a lo largo del desarrollo de las distintas unidades. Ahora bien, cada Unidad concreta que se trabaja implica, a menudo, modificaciones o concreciones a estos acuerdos más generales, que comportan acudir a espacios diferentes de los habituales, modificar los tiempos establecidos a prever agrupamientos distintos. En estos casos, conviene hacer una mención específica a dichas correcciones.

5. SELECCIONAR LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN

Al diseñar los instrumentos de evaluación hay que tener presente que éstos han de hacer referencia a los contenidos nucleares, incorporando sólo para determinados alumnos o alumnas otras actividades de carácter complementario. En cualquier caso, siempre habrán de estar directamente vinculados con aquellos aspectos de la unidad didáctica que han sido trabajados en el aula.

Las actividades e instrumentos de evaluación han de ser lo más diversos posibles y llevarse a cabo a lo largo del desarrollo y finalización de toda unidad didáctica, mediante recursos como: observación directa, cuaderno de trabajo, pruebas escritas (abiertas, cerradas y múltiples), etc.



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